La Universidad. Ese lugar donde todo ser humano que decide estudiar culmina su proceso de educación, realización personal y madurez. Ese lugar que nos enseña lo esencial para triunfar en la vida en algo que nos gusta y algo a lo que queremos dedicarnos. Ese lugar donde se pone punto y final a nuestra adolescencia y da comienzo la segunda fase de la vida: la edad adulta.
Ahora os hago una pregunta: ¿En que punto del párrafo anterior os habéis dado cuenta de que todo esto es mentira? La Universidad es ante todo un lugar para retrasar la entrada en el mundo laboral. Si, es cierto que nos preparan para lo que nosotros elegimos, y allí está el dato: ELEGIMOS.
Desde que hice la selectividad me he dado cuenta de que lo primero que hace la universidad es probarnos la paciencia y el aguante, hasta que punto hay que llegar para domar a la fiera que llevamos dentro. Esta última frase puede volver a crear polémica y sí, lo reconozco, podría haberme esforzado más y a lo mejor no estaría escribiendo este artículo. A lo que voy es que la Universidad no nos enseña lo que tenemos que saber para ganarnos la vida de la manera que nosotros queramos, o por lo menos todos nosotros.
Para ilustrar hasta que punto la Selectividad es un trámite absurdo voy a poner mi ejemplo, lo que me ha sucedido a mi estas últimas tres semanas. En los exámenes de Junio obtuve sobresaliente y notable en Inglés y Artes Escénicas (teniendo en cuenta que en esta última me preguntaron sobre el Teatro Isabelino y William Shakespeare que no deja de ser literatura inglesa) y suspendí los exámenes tanto de Historia como de Historia del Arte. Cual fue mi sorpresa cuando me llegó la resolución de las admisiones y había sido admitido en Historia pero no en Estudios Ingleses. ¿Alguien puede ver la lógica en este sistema de selección? Creo que no me equivoco al decir que es de lo más absurdo. Cierto que si hay alguien que tiene más nota tiene todo el derecho a entrar primero, pero no me refiero a eso, me refiero a que si quieres entrar en Estudios Ingleses, la selectividad de Inglés tendría que contar un poco más y esos detalles de literaturas y cosas parecidas también, y no quedarse a las puertas de una carrera que te gusta por haber suspendido unas asignaturas a cuyas carreras si tienes acceso.
Luego está también el caso de las ponderaciones, pero eso es tema aparte. Solo para que conste en acta contaros que para la carrera de Bellas Artes cuenta más una fase específica de Biología que una de Historia del Arte y eso, queridos lectores, eso si que es absurdo.
Llegados a este punto creo que lo mejor es dejar que los acontecimientos fluyan y no dejarnos llevar demasiado por la corriente que nos separa de nuestra meta que es salir con posibilidades de este Gran Hermano orweliano.
Juan Turmo
No todos los jóvenes somos iguales 